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lunes, 8 de marzo de 2010

The Imaginarium Of Dr. Parnassus

Una de las tantas historias que sostienen el universo


La última película del aclamado director de “Brazil”, es un viaje surrealista (con tintes autobiográficos) a la mente del Dr. Parnassus, personaje interpretado por Christopher Plummer. En un Londres actual pero casi “apocalíptico”, Parnassus vive sobre un carruaje antiguo junto a su hija Valentina y algunos otros acompañantes extraños, vagando por la ciudad en búsqueda de clientes interesados por su show: una invitación a sus propios sueños con solo atravesar el espejo. Pero la historia realmente comienza cuando El Diablo llega para cobrar una deuda que Parnassus tiene con él.

La película es un cóctel de simbolismos y metáforas encerradas en una única historia. Están ahí para ser descubiertas, por el que quiera mirar más allá.

Partiendo de una historia de fantasía y aventuras, se desprenden de ella cuestiones como el bien y el mal, los sueños, la felicidad, la miseria, etc. Utilizando como recurso principal los efectos visuales, ya sean de alta tecnología o detalles en la escenografía o el vestuario. La historia que Terry Gilliam escribió con la colaboración de su amigo Charles McKeown entra pos los ojos. Es así mismo un tributo al poder de la imaginación y al mismo tiempo una crítica a la actitud actual de la gente hacia sus propios sueños. No es la primera vez que Gilliam se mete con las increíbles cualidades de la mente humana, desde los sueños del protagonista en “Brazil”, a la vida completamente fantástica y perturbadora de Jeliza-Rose en “Tideland”. Sueños, pesadillas e imaginación, o los 3 juntos… Evidentemente es un tema que le resulta inspirador, y realmente logra hacer obras de arte con las ideas que le despierta.

La estética de la película es muy particular. Se mezclan las calles sucias de Londres con el estilo barroco de la vestimenta de los personajes del carruaje, y el espíritu antiguo y gastado del show de Parnassus y sus ayudantes… Los escenarios detrás del espejo responden a un estilo ya marcado por Tim Burton. Coloridos y estrafalarios, similares a los sets utilizados en Charlie y La Fábrica de Chocolates. Creo que esto hace que el film pierda personalidad. Y la recupera en escenas de estética más romántica, nostálgica y rústica, como los templos en las montañas, los Budas en el desierto y los monjes sobre alfombras voladoras. El carruaje donde viven Parnassus, Valentina, Anton y Percy es de una hermosura trágica y teatral, donde se puede leer miseria, pobreza, pero a la vez es fantástico y entrañable. Los personajes que viven dentro son igualmente particulares y coloridos, y viven asimismo con una tristeza contenida, soñando con realidades ajenas y deseando abandonar algún día esa vida, por una mucho más normal. Paradoja que responde a la intención de Gilliam, de retratar la actitud que la gente suele tener hacia sus propios sueños, - se inclinan hacia la rutina, a abandonarlos, porque soñar es antiguo y ya no está de moda.-
The Imaginarium of Dr. Parnassus es un caso especial dentro de la historia del cine. No podemos negarlo. La película no fue rodada bajo los factores deseados, sino que fue "salvada" gracias al esfuerzo de todos lo que trabajaron en ella, para que no se perdiera en el olvido, en la mitad del rodaje. Lo que pasó con Heath Ledger fue una tragedia, pero la película hoy en día, después de su estreno, es el regalo de despedida que los amigos de Ledger quisieron concretar. Si la película es perfecta o no, ya no importa tanto como en otros casos, porque la realidad es que sus realizadores hicieron lo mejor que pudieron ante una situación tan particular. En este punto es donde quiero destacar, que Terry Gilliam apuesta a la imaginación del espectador. Es un empujón indispensable para digerir la película. Pero creo que esto le aporta un detalle más. Una película que habla de la imaginación, necesita desesperadamente de nuestra imaginación para llegar a destino y ser exitosa. Como espectadores nos vemos, como muy pocas veces, obligados a tener paciencia, y a destacar el amor y dedicación depositada en esta película. Es imposible alabar la actuación de Heath Ledger sobre todo comparándola con la majestuosidad de su interpretación del Guasón, porque en este caso no tuvo la oportunidad de mostrarnos las tantas caras que tenía preparadas para su personaje. Falleció antes de demostrar el talento que había depositado en el papel de Tony, y solo podemos ver como Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrel terminan con su tarea. Tal vez deberíamos imaginarnos a Tony como una sola persona, y no como 4. Porque eso es lo que es, un solo personaje.
Si no llegamos a usar nuestra imaginación y no logramos ver a Tony como 1, y no como 4, la actuación de Heath Ledger se pierde con gusto a poco en escenas que requerían de una actuación dudosa, ya que el personaje debía despertar en el espectador desconfianza (preguntarse si es bueno o es malo, si esta mintiendo o diciendo la verdad). Heath Ledger lamentablemente no se luce como en otras ocasiones, y nadie puede culparlo por eso, simplemente no tuvo tiempo.
Por eso quiero volver a hacer hincapié en la parte que la película necesita de nosotros.
Sin eso, todos pueden dedicarse a criticar, a decir que no es tan genial como se esperaba, pero es que es lo más genial que se pudo, dadas las circunstancias.

Terry Gilliam es un realizador talentoso pero no por eso presumido. Su intención no es la ostentosidad de una superproducción con una trama compleja y profunda, sino contar una historia. Una historia más de las que, según él, sostienen el universo.
Una historia que deja huellas gracias a los conceptos que despliega: “Parnassus no quiere gobernar el mundo, quiere que el mundo se gobierne a sí mismo”
Un montón de metáforas y mensajes abstractos que estimulan la imaginación del público y ofrece libertad de interpretación. Terry Gilliam interactúa de esa manera con nosotros, permitiendo que esos mundos imaginarios sean nuestros, propios, y de nosotros depende si su juego incluye un final feliz o no.

Las actuaciones son geniales, todas. Christopher Plummer en el papel de Parnassus es correctísimo, pero su antagónico Mr. Nick interpretado por Tom Waits cada vez que está presente le roba protagonismo. Las escenas donde aparece están cuidadosamente seleccionadas, y todas poseen una carga dramática y entretenida que le dan a su papel un toque especial.
Lily Cole, interpreta a Valentina de una manera sumamente natural. Su personaje es bastante elaborado y mientras que físicamente parece una princesa de porcelana, está vestida como una pordiosera y actúa como tal. Tiene una mezcla equilibrada entre vulgar y femenina que a mí personalmente me encantó.
Heath Ledger vuelve a sorprender por su versatilidad, interpretando a un seductor estafador, que aportó a la película innumerables diálogos cómicos completamente improvisados. Si toda la película hubiera sido actuada por él, creo que hubiera vuelto a volarle la cabeza al público, ya que el personaje de Tony es altamente complejo y lo hubiéramos visto en varias facetas dentro de una misma película.
Johnny Depp interpreta muy bien el primer cambio físico que experimenta Tony en el Imaginario, pero tiene algunos gestos que son demasiado personales, casi como si Jack Sparrow hubiera atravesado el espejo disfrazado de presentador (???)
Jude Law fue el que menos me gustó, sus actuaciones son demasiado teatrales y poco naturales. Colin Farrel cierra muy bien el personaje de Tony. Y la realidad es que la actitud de los 3, de involucrarse en este proyecto, en honor a Heath, y esforzarse por interpretarlo a él, y no a sí mismos, es admirable y emocionante.
Andrew Garfield interpreta al personaje más encantador de la película: Anton. De quien Valentina debería haberse enamorado mucho antes de lo que realmente sucede (aunque esto hubiera sido perjudicial para la narración de la historia)

El guión es un poco confuso, yo que la vi 2 veces noté que en la segunda pude prestarle atención a algunas cosas que la primera vez me había perdido. Si se la mira con atención, hay diálogos y escenas que dicen muchísimo, en unos pocos segundos. La película está llena de detalles que valen la pena encontrar. Y de hecho, si se encuentran, todo cobra mucho más sentido.

Hay que destacar que, a diferencia de lo que cree la gente que la compara con Avatar, esta es una producción independiente que en ningún momento tuvo la intención de competir con aquella maravilla de los efectos especiales. Obtuvo un presupuesto más elevado de lo normal siendo independiente, pero no se compara al capital que James Cameron invirtió en WETA. Esto explica la diferencia en la calidad de los efectos visuales. (Por qué siembre todos caen en la comparación, qué tienen que ver Avatar con El Imaginario???)

Lo que menos sobresale es la música, precisa pero poco ambiciosa. Podría haber aportado mucho más en algunas escenas.
Podría extenderme muchísimo más pero… no quisiera agobiar.
Después vendrá el análisis.

Lo más: El carruaje y los personajes extraños que viven en él. Anton, Parnassus, Percy y Valentina. Creo que en ellos decae la esencia de la película, junto con las apariciones del Diablo.
La escena: Parnassus en el templo junto a los monjes, contando la historia eterna que sostiene al universo. El cuestionamiento del Diablo, y la fe invencible de Parnassus.
Lo menos: La estética "Burton" de algunos imaginarios. Cliché.

[Pony-Puntaje> 9]


1 comentarios:

Nicole dijo...

Esta pelicula es de las que no hay q perderse, no es una de mis favoritas pero sin duda valio la pena ver, su final me dejo un gusto extraño. Un poco triste e inesperada.

Buena critica
Saludos