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viernes, 19 de octubre de 2012

The Whirlpool


The Whirlpool encaja perfectamente dentro del marco del Festival de Cine Inusual, por su origen experimental, su lenguaje y sus recursos fuera de lo común.
Es el primer largometraje del joven director americano Alvin Case, quien por recomendación de un amigo, decidió embarcarse en una colaboración transatlántica cinematográfica. Él, director, a través de e-mail con Agathe Feoux, actriz francesa, comenzaron a dar forma a este proyecto, que ya desde un comienzo presentó complicaciones que transformaron al proceso de realización, en toda una aventura: horas de diferencia, distintos idiomas, pero con las ganas comunes de hacer una película, fueron determinando las maneras de hacerla posible.

9mil dolares de presupuesto, filmada en locaciones de 3 países diferentes, producción americana con elenco extranjero y un equipo compuesto por una Panasonic Lumix GH1 con lentes Nikon y Minolta, una Canon 7D con un lente 28mm y un Apple iPhone 4
Generalmente en festivales como éste podemos encontrarnos con películas hechas a pulmón, que demuestran un nivel de ingenio y creatividad que a veces escasean en producciones con presupuestos no acotados.
En The Whirlpool no vamos a encontrar nada a lo que estemos acostumbrados. Ni en su estructura, ni en su imagen, ni en su montaje, ni en su musicalización...
Rompe con todos los parámetros de narración, con diálogos en off sobre imágenes pertenecientes a otras escenas, incoherencias temporales, y nos obliga automáticamente a cambiar nuestra propia manera de mirar, y de analizarla.
Es llamativo que con tan poco, ésta película pueda presentar un desafío para el espectador, distinto del que proponen las películas que disponen de mayores recursos.
Probablemente ante la falta de comodidad en las maneras tradicionales de hacer cine, debido al bajo presupuesto, la misma forma de realización utilizada, obliga a cambiar también el ida y vuelta con el público. Si va a funcionar de manera distinta al momento de concebirla, va a presentar una experiencia distinta. Parecieran ser dos condiciones inseparables.

The Whirlpool relata la enfermiza relación entre dos jóvenes sin rumbo, que luchan interna y externamente con las secuelas que van dejando sus vivencias. La memoria, condicionante total de nuestro propio ser, era el punto a destacar según Alvin. Pero lo hace como ninguna otra película lo ha hecho, con un subtexto que se nos evidencia contundentemente pero casi sin querer, como por arte de magia, como si ni siquiera hubiera estado escrito. 
Las imágenes se despliegan como recuerdos fugaces, repitiéndose, deformándose e invadiendo la pantalla como a veces nuestro pasado invade nuestra mente. 
Probablmenete hayamos aprendido a ignorar el proceso, pero todo, absolutamente todo a nuestro alrededor, funciona como disparador de recuerdos que relacionamos para la interpretacion que hacemos inconscientemente de las cosas... 
El presente no existe sin  pasado, la percepción no existe sin memoria.

Cámaras en mano, improvisación, malas exposiciones automáticas; mezcladas con escenas de belleza fotográfica, actuaciones brillantes y muchísima profundidad humana, hacen que The Whirlpool sea cine de autor que vale la pena. 

Lo más lindo es que la película exige sutilmente un desorden y reorden de nuestras concepciones, y un tiempo para digerir la manera en que nuestra mente fue reprogramada para decodificar su inusual lenguaje.

No está todo hecho en el arte, y aunque Alvin Case no esté forjando una nueva forma de hacer cine, da placer poder afirmar, que lo hace a su manera.

Lo Más: La sutileza con que se revela el subtexto. La punta del iceberg es extremadamente pequeña con respecto a todo lo que hay bajo el nivel del agua.
La Escena: El beso frente a las Cataratas del Niágara.
Lo Menos: Personalmente en algún punto de la historia comenzó a parecerme larga. Lo recobré después de finalizada la proyección, al estar un tiempo pensando la película...

[Pony-Puntaje> 7]




2 comentarios:

AndresUnigarro. dijo...

Vuelve por Favor!! @Onesmook

Unknown dijo...

jajjaja <3 en días vuelvo!