Solo Contra Todos

Luego de sorprender a todos con su polémico mediometraje "Carne", Gaspar Noé presentó su ópera prima "Seul Contre Tous", en el año 1998, que sirve como secuela de aquel primer bombazo de violencia y descontento con el que deleitó a los críticos en 1991.

Gaspar Noé transgrede desde el primer pie que puso en el circuito cinematográfico, y nunca frenó.

La trama sigue la vida de un hombre frustrado cuyos sueños no son más que metas inalcanzadas e inalcanzables; y su rol en la sociedad no es más que la de un pobre y despreciable carnicero que acaba de salir de prisión.
Con los años fue aprendiendo terribles lecciones que ahora lo persiguen todos los días de su vida, como pensamientos que se nos presentan a nosotros con su propia voz en off.
"No existe la moral, no existe la justicia" sostiene. Convence.
En cada escena, el personaje principal de este largometraje, argumenta sólida e irrefutablemente, sus teorías existencialistas que tocan (y de hecho traspasan) el límite del pesimismo.

Pero está Gaspar Noé solo ilustrando esas teorías como único mensaje de su ópera prima? o está llevándolas al extremo, más extremo posible, para así refutarlas?

"Solo Contra Todos" es una película que impacta desde su violencia brutal y su mirada sobre la vida, al menos la superficial. Está en nosotros interpretarla como mera provocación, o de cualquier otra manera.
La película admite distintas lecturas pero lo innegable es que Gaspar Noé es un virtuoso del cine contemporáneo.
El guión es exquisito y las herramientas de narración que utiliza se destacan por su originalidad. Maneja un lenguaje único, que deleita hasta crear una reacción de odio puro en el espectador o de admiración absoluta. O ambas a la vez.
Su manera de dirigir actores es ambiciosa y concreta, exprimiéndolos al máximo, creando personajes que se instalan en nuestra mente, manipulan nuestros pensamientos y desafían nuestra ética.
Hay un antes y un después en cada vez que vemos una película de Gaspar Noé.
Solo Contra Todos fue la que lo presentó. Con violencia pura. Con carteles que nos advierten lo que vendrá. En las escenas siguientes, y en el resto de su filmografía.
30 segundos para abandonar la película. Cuenta regresiva.
Nunca más utilizó ese recurso en ninguna de sus películas. Ya deberíamos haber estado avisados. En Solo Contra Todos lo hace claramente.
30 segundo reales, donde uno se pregunta si se anima a seguir mirando, o si prefiere dejar inconclusa una película tan increíblemente hipnótica como repulsiva.

Solo Contra Todos es un ejemplo de ese cine que existe desde hace mucho, pero que algunos ignoran. El cine que provoca sensaciones que toda la vida esquivamos. No queremos sentirnos mal. No queremos sufrir, no queremos fracasar, no queremos violencia, no queremos soledad. Ver una película como Solo Contra Todos implica vivir cada una de esas sensaciones que aborrecemos.
El cine como catalizador de extremos negativos existentes. Dejemos de negar que existen. Porque existen. Y el cine también los puede provocar, los puede mostrar y los puede crear.

Pasa en la vida
pasa en las películas
(pasa en la filmografía de Gaspar Noé) jajja

[Pony-Puntaje> 8]