Escrita por Kevin Williamson, (Scream, y Scream 2) que estuvo ausente durante la 3ra.
Hoy en día, después de 15 años de la primera vez que vimos Scream, se ha convertido en una pieza de culto, referente de una época, y de una generación. Las sagas que hicieron historia en los 90, tienen su última entrega después de una década de nostalgia en crecimiento. Así pasó con Rocky, con su romántica y humana "Rocky Balboa", ahora es el turno de Scream, esa historia que hizo resurgir al cine de terror cuando se encontraba casi en peligro de extinción a causa de escasez de creatividad e innovación en el género.
Scream 4 es una celebración al fanatismo de este tipo de historias de terror, que desde que nacieron, no dejaron de facturar. Ahora, ya en el 2011, son tema central de fiestas temáticas, ciclos de cine, foros de debate, grupos en facebook, y miles de etcéteras. Son las historias que vieron nacer una nueva era y que fundaron las bases sobre las que está construida nuestra propia cultura. No la de nuestros padres o la de nuestros abuelos como muchos intentamos adjudicarnos, la NUESTRA, la que realmente vivimos, experimentamos, presenciamos su nacimiento, su auge y su decadencia, tan fugaz como nunca antes se había visto.
Wes Craven vuelve para mostrarnos, que sabía lo que hacía, y todavía sabe lo que hace, con un producto inteligentemente logrado, acorde a nuestros tiempos, que ya son muy distintos de aquellos que vieron nacer al asesino enmascarado "ghostface".
Scream 4 cumple con todo lo que un fanático de la saga espera, y aporta mucho más. La historia demuestra tener una personalidad propia que hemos podido conocer a los largo de las 3 anteriores entregas y Wes Craven logra perfectamente mantenerla, logrando así una homogeneidad en la saga a pesar de que haya pasado tanto tiempo desde Scream 3. Sádica e irónica, se ríe de ella misma para hacernos reír a nosotros. Era esperable de Scream, que habiéndose burlado como lo hizo de la muerte, de los adolescentes, de la clase media americana, del cine, también se burlara de ella misma. Creo que en este punto es donde reside el mayor logro de esta última película, porque madura. Si sus personajes maduran, si su público madura, si sus realizadores maduran, Scream 4 debería haber madurado también, y esto es exactamente lo que vemos. Pero no por haber madurado, pierde la magia, sino que la transforma, a su provecho, a los tiempos actuales, a las nuevas exigencias del espectador, de la industria y especialmente de los fans.
Un poco más violenta, e inteligente que las anteriores; tenemos en esta última entrega, más sangre, y más astucia.
Wes Craven hizo un muy buen trabajo dirigiendo los actores, manteniendo una interpretación seria en los personajes principales, y permitiéndoles a quienes están en segundo plano, la sobreactuación tributo y parodia al mismo tiempo, del cine que intenta recordar con nostalgia y humor.
Lo genial en este caso es que los actores que vuelven a hacer sus personajes ya épicos (Sydney, Gale y Dewey) cumplen con las expectativas de los fans, pero la que realmente sorprende es la novedad de la trama: Jill, la sobrina de Sydney, interpretada por Emma Roberts. Yo personalmente la conocí en "It's Kind of a Funny Story" y aunque en esa ocación dio una buena interpretación, no tuvo la oportunidad de lucirse demasiado. Creo que en Scream se come su papel literalmente, y es la sorpresa qmue ofrece esta cuarta entrega, que adeás de quedar bien con el pasado, debía permanecer en el presente, actual y novedosa, como supo ser allá en los 90.
No dejen de ir a verla al cine, a divertirse, como muchos cinéfilos se olvidan de hacer. El cine ofrece infinitas experiencias, y la diversión no es una menor.
1 comentarios:
tendrias que escribir criticas de cine en un diario, algun dia alguien va a descubrir tu talento y te llevara a la cima (?)
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